La pelvis torcida y la columna vertebral desalineada


Acorde a la cultura que nos toca vivir, resulta ser algo normal que las columnas vertebrales se encuentren torcidas, desviadas, desalineadas, en relación a lo que es el eje natural del cuerpo.

Si observamos detenidamente a la mayoría de los seres humanos que nos cruzamos en nuestra vida cotidiana, aun de diferentes nacionalidades y creencias, encontraremos que es una situación común tener la pelvis torcida.
Este mundo que nos toca vivir, es voraz y vertiginoso, nos arrastra en general a experimentar necesidades y más necesidades, y nos lleva a vivir en el ansioso futuro de los proyectos, o en el angustiante pasado de los fracasos, y la pobre pelvis, y la columna vertebral, no tienen demasiadas opciones para mantenerse alineadas.
Así como dijo el sabio: Nos deformamos para adaptarnos, nos endurecemos al intentar integrarnos con los demás, con la sociedad y con el mundo, nos torcemos para sobrevivir, y nos bloqueamos para no sentir muchas de las cosas que nos toca experimentar.
Hoy en día la mayoría de las mujeres creen en la deformación sensual, piensan que al sacar la cola hacia atrás se encuentran más atractivas, y de esa manera contracturan sus músculos lumbares y pelvianos, para mantener esa posición, que supuestamente traerá el éxito sobre el sexo opuesto. También muchos caballeros, creen que la masculinidad consiste en endurecer ciertos músculos, para aparentar una seguridad, que obviamente también generara el supuesto logro buscado.
Sea como sea, todos los humanos padecemos de una pelvis desalineada, que arrastra a la columna vertebral a estar fuera de eje.
Y una columna fuera de eje, tarde o temprano, producirá un efecto. Algo no funcionara como era originalmente, y luego traerá compensaciones que nos alejaran más y más de nuestra condición original.
Hoy nuestro cuerpo está bajo esas condiciones. Si lo percibimos, veremos que hay muchas partes fuera de lugar, disociadas, y con molestias.
El dolor es la forma que tiene nuestro cuerpo para avisarnos lo que está sucediendo, pero en general no nos permite comprender donde está el origen de todo esto. Para ello, para descubrir las causas, se necesita investigar siguiendo un patrón que obviamente no puede ser el de interpretar las cuestiones, necesitamos percibir directamente, sin intelectualizar ni deducir con suposiciones.
Necesitamos percibir y ver con nuestros propios sentidos la cadena asociativa, desde donde el origen psico-emocional hecho carne, hecho forma, manda sus órdenes, y se concretan las tensiones y las contracturas que luego se transformaran en las deformaciones compensatorias.
Hagamos el ejercicio de observar con cierto detenimiento y precisión a las personas caminando por la calle, y apreciaremos como la mayoría de los humanos contemporáneos, tienen los sacros expulsados hacia atrás, y también descubriremos como la mayoría de las rodillas se van hacia adentro, en algunos casos se produce lo que se llama piernas en X, o movimientos en guadaña o sin línea biomecánica.
Difícil sostener el equilibrio y la motricidad, con esa extraña posición, pero así es nuestra cultura, así es nuestra costumbre.
Observemos más profundo todavía, veamos las cabezas desplazadas hacia adelante, buscando el futuro, intentando el proyecto, cansadas muchas veces, incluso con dolores crónicos en el cuello.
Veamos también como se curvan las espaldas para intentar sostener todo esto, dolores en el dorso, dolores en la cintura , quejosas y buscando alivio, sin encontrarlo en general más que por un rato, usando métodos a veces hasta muy extraños, o en general medicándose con gran cantidad de remedios.
Y así cada ser humano, con su toque en particular, con detalles propios de su inconsciente y sus ocurrencias, sostiene una patología leve o no tanto, dependiendo de la carga emocional, psíquica y física, y también del tiempo de desarrollo de todo esto.
Así, hoy en día, los cuerpos se han llenado de CIFOSIS, ESCOLIOSIS, LORDOSIS, HERNIAS DE DISCO, PINZAMIENTOS, RECTIFICACIONES, LUMBALGIAS, CRURALGIAS, CERVICALGIAS, ETC. Y todo tipo de DESVIOS, DEFORMACIONES, DOLORES Y LIMITACIONES MOTRICES como forma normal de existir y moverse por la vida.
Todas estas patologías y muchas más, tienen su protagonista en la PELVIS TORCIDA, una figura que lamentablemente es el ejemplo no deseado de los cuerpos contemporáneos. Todas ellas desembocan en condiciones auto-limitantes, llamadas DESVIOS O DEFORMACIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL.
Ahora bien, a esta altura, si usted ha podido identificar esta situación en su propio cuerpo.
  • ¿Qué le gustaría hacer con ello?
  • ¿Quiere seguir siendo una persona normal, que viva de esta manera el resto de su vida?
  • ¿Quiere de aquí a algunos años, ostentar alguna o varias de estas patologías?
  • ¿Le alcanza la felicidad de ser exitoso a costa de un cuerpo distorsionado?
O tal vez
¿Prefiere encontrar un eje desde donde poder modificar todo esto?
Para quienes optan por contestar la opción transformadora, solo para ellos, osados revolucionarios de la forma corporal, vale contarles que nuestro cuerpo, esta entidad que parece sólida e inmodificable, en realidad no lo es.
El cuerpo que habitamos tiene espacios abordables, vacíos creativos, desde donde todo puede ser cambiado.
El cuerpo es una entidad formada por átomos y moléculas, fruto de una energía pensante y sintiente que puede remodelarlo y rehabilitarlo tantas veces como sea necesario.
ALINEARSE Y TRANSFORMARSE ES ALGO COMPLETAMENTE POSIBLE.
Enderezando el ángulo correcto, lo demás se dará por añadidura.
La base que se tuerce, derrumbara la torre, el cimiento débil finalmente dejara sin sostén al edificio, la pelvis torcida tarde o temprano deformara toda la columna.
Dedicarle un rato de la vida a enderezarse, tiene un sentido difícil de valorar, si nunca antes lo había pensado como algo importante.
Comprender el valor de darle un orden al cuerpo, parece ser un lujo, o un privilegio para `pocos, parece ser una opción válida solo para quienes tienen mucho tiempo, o dinero.
Estas son fantasías propias de la sociedad de consumo, creencias sostenidas por el inconsciente colectivo auto-limitante. ¿Y entonces???
No, no es así, en realidad, cualquier persona que quiera ALINEAR SUS EJES CORPORALES, que quiera despertar el sentido autoconsciente y correctivo, puede hacerlo, si toma la decisión y aprecia la forma sencilla y completa llamada BIOMECANICA CONCIENTE.
Yo le he dedicado más de la mitad de mi vida a ello, hoy agradezco a DIOS esta bendita oportunidad de haber comprendido su importancia. Por eso lo invito, los invito a experimentarlo.


Mario Lerman (Especialista en Corrección Postural y Alineación corporal)
http://www.conalasypies.com.ar/

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